lunes, 2 de enero de 2012

Un Año después de la nueva Ley del tabaco

El primer año de la nueva ley del tabaco se salda con 600.000 fumadores menos, según estimaciones del CNPT

500 millones de cajetillas siguen en los estancos – El aire de bares y restaurante es un 90% más puro Los ingresos por infarto descienden un 10% y el asma infantil cae el 15% Niños y adolescentes, más protegidos contra el tabaco

Los profesionales sanitarios que se agrupan en el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) se encuentran satisfechos de los efectos de la nueva ley que prohíbe fumar en lugares públicos cerrados, en vigor desde el pasado 2 de enero.

Las cifran hablan por sí mismas: durante este primer año se calcula que han abandonado el tabaco 600.000 antiguos fumadores y se han dejado de vender 500 millones de cajetillas, lo que es malo para quienes viven de ello pero muy bueno para la salud de todos, como pone sintomáticamente de manifiesto la caída en un 10% de los ingresos hospitalarios por infarto o la disminución en un 15% de los casos de asma infantil.

El tabaco es un carcinógeno ambiental para el cual no hay un nivel seguro de exposición. Cualquier cantidad es peligrosa. La ciencia ha demostrado que el humo de tabaco ambiental es capaz de causar infartos cardiacos en no fumadores sanos, cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias en adultos y sobre todo en niños.

Estos son buenos motivos para que no haya retrocesos en la ley y se siga avanzando en las medidas de prevención y control del tabaquismo, como pide el CNPT. Aunque no son las únicas razones para estar de enhorabuena en este primer aniversario. De hecho, la entidad que reúne a más de 40 sociedades científicas y asociaciones del sector sanitario, ha elaborado un decálogo con los puntos que hablan a favor de la iniciativa en marcha.

He aquí los diez argumentos:

1) Menos consumo. La ley está funcionando y su impacto en el consumo es evidente. En 2011 se han consumido 500 millones menos de cajetillas de tabaco. Y menos tabaco equivale, sin duda, a más salud.

2) Aceptada y ejemplar para otros países. La ley ha sido aceptada con naturalidad por los españoles como demuestra un cumplimento muy alto, salvo incidentes puntuales como cualquier otra norma. Las leyes que son claras y no dan resquicio a la interpretación se cumplen mejor, así lo han entendido en países como Chile, Hungría, Bulgaria o Brasil, que están cambiando sus leyes imitando la ley española.

3) La apoyan muchos fumadores. Hay una satisfacción generalizada sobre sus beneficios, incluso entre la población fumadora que, no olvidemos, desea dejar de fumar en un 70% de los casos.

4) Locales más respirables. La contaminación en el interior de los locales por las partículas finas del humo del tabaco en el aire ha descendido un 90%.

5) Eficaz contra la adicción. Según los cálculos del CNPT, al menos, 600.000 fumadores se han desenganchado definitivamente del tabaco en 2011 y eso puede ayudar a millones de fumadores a dejarlo o a no recaer en los próximos 10 años. Los menores se están iniciando menos en el consumo de tabaco al desnormalizar su consumo en lugares públicos cerrados.

6) Menos ingresos en los hospitales. Los primeros datos provisionales de que disponemos, nos indican que los ingresos hospitalarios por infarto agudo de miocardio se pueden reducir más de un 10% en 2011. Los ingresos hospitalarios por asma infantil se han reducido más de un 15% en 2011 porque los menores no inhalan humos nocivos en locales de ocio y también se ha reducido la exposición en los hogares por una mayor consciencia social de los riesgos que eso supone.

7) Menos coste sanitario y social. Las mejoras en salud tienen además implicaciones importantes en ahorro de costes sanitarios y sociales. Además es probable que el dinero que los exfumadores gastaban en tabaco, se utilice en otros productos y servicios que generan empleo y beneficios sociales.

8) Informaciones catastrofistas sin fundamento. La ley no ha generado conflictos, disputas ni ha alterado la armonía social. Sólo algunas informaciones catastrofistas, poco fundamentadas e interesadas, han asustado y preocupado al sector de la hostelería. La mayoría de los trabajadores y también empresarios de hostelería apoyan la Ley cuando pueden manifestar libremente su opinión.

9) Bares y restaurantes siguen igual de frecuentados y ha aumentado el turismo. La ley no ha tenido efectos negativos en la frecuentación a bares y restaurantes ni en el turismo, que ha aumentado un 7% en 2011.

10) Un retroceso ya no se entendería. Así las cosas, hay que concluir que un retroceso o modificación legislativa no se entendería. Daría motivos a disputas, conflictos y problemas puesto que grandes colectivos sociales: menores, personas frágiles, embarazadas, trabajadores del sector y otros, verían retroceder su salud de forma inmediata. La sociedad española ha optado por una convivencia en espacios más saludables, anteponiendo los intereses de salud de todos a los posibles intereses personales de fumar en determinados lugares. El derecho a la salud no es negociable.

CAMINO POR ANDAR

Pese a la satisfacción por el buen comportamiento de la norma durante este primer año de vida, en el CNPT se considera que aún queda camino por andar hasta cumplir los principios que inspiran el Convenio Marco para el Control del Tabaquismo de la OMS, que España, por cierto, ha ratificado.

Entre otras actuaciones pendientes, los expertos en tabaquismo recuerdan las siguientes:

  • Alinear la fiscalidad del tabaco de liar con los cigarrillos.

  • Ir junto con la UE hacia un etiquetado uniforme de las cajetillas y productos de tabaco que evite logos e imágenes atractivos y deje claro en todo caso su perniciosidad.

  • Dar asistencia adecuada a los fumadores que quieren dejar de fumar pero su adicción se lo impide, promoviendo la formación de los profesionales en deshabituación tabáquica.

  • Controlar la promoción y publicidad ilícita del tabaco que sutilmente persiste en algunos medios

  • Informar sistemáticamente a la población sobre los verdaderos riesgos del tabaco.

REDUCIR LA TASA DE FUMADORES

Más del 25% de los españoles siguen siendo fumadores, mientras que en Canadá, California, Australia, Nueva Zelanda o Suecia esa tasa ya está por debajo del 15%.

“La diferencia –argumentan en el CNPT- se explica porque estos países han tomado más medidas y mas pronto que nosotros”.

Lucía Gorreto López

Delegada Autonómica Balear del CNPT